La obsesión por la vida inteligente en otros planetas no se desprende del espíritu humano. Nuevas teorías, especulaciones y hasta tecnologías dan vueltas a un tema que nunca se agota porque nunca se resuelve.

Ahora, un grupo de científicos propone utilizar el láser del LIGO —uno de los más grandes del mundo— para detectar naves que pudieran haber viajado en las cercanías. La idea se sustenta en el argumento de que ondas gravitacionales provocadas por enormes objetos a gran velocidad podrían registrarse gracias a nuevas tecnologías.

El grupo de investigadores sugirió en un estudio publicado para ArXiv que El Observatorio de Ondas Gravitacionales con Interferómetro Láser (LIGO) sería capaz de detectar y clasificar las ondas gravitacionales impresas en el espacio-tiempo, recupera la DW.

Este tipo de ondas gravitacionales fueron descritas por primera vez en 2015; son el resultado de objetos masivos transitando por el espacio: estrellas de neutrones, planetas, etc. ¿El problema con el “proyecto”? Las naves alienígenes deberían tener un peso similar al de Júpiter para poder ser detectadas. No sobra decir, el estudio aún debe ser revisado por otros miembros de la comunidad científica.

Como quiera que fuere, las investigaciones no se detienen. Otro estudio sugiere que la Tierra pudo ser reconocida desde más de 1,700 estrellas en los últimos 5,000 años —especulando con posibles civilizaciones extraterrestres—, recupera National Geographic España.

Además, aseguran que en nuestra galaxia podrían existir hasta 25,000 millones de regiones habitables. Lo que, por mera probabilidad, haría detectable nuestra presencia para otras hipotéticas formas vidas; sólo a 300 años luz habría 200 cuerpos celestes parecidos a la Tierra.

Las condiciones para ser contemplados por otros modos de vida inteligente están dispuestas sobre la mesa; con todo, nunca hemos recibido alguna evidencia de otra civilización. El problema que siempre renace y se descompone. Todas las ideas, ninguna prueba. El eterno debate por la vida extraterrestre.