Si hay un fruto que ha sabido colocarse en el centro del imaginario colectivo ese es la manzana: la fruta por excelencia. No importa si su influencia llega desde la cosmovisión cristiana con Adán y Eva expulsados del paraíso tras incumplir el mandato de Dios: no comer el fruto prohibido del árbol del conocimiento; tampoco si llega desde la mitología griega con Heracles, responsable de viajar al Jardín de las Hespérides y recolectar las manzanas doradas del árbol de la vida, lo cierto es que hoy tienen un lugar indisputable en nuestra imaginación.

Acaso por eso esté envuelta también en mitos científicos, como el impacto de la manzana sobre la cabeza de Newton que le inspiró para descubrir la gravedad. O en ese famoso mito médico traducido a una célebre frase por Estados Unidos: “An apple a day keeps the doctor away”, o algo así como: “Una manzana al día mantiene al doctor en la lejanía”.

Sea como sea, la manzana ha conquistado un encanto sin precedentes para nuestra cultura. Pero, ¿qué tan verdadero es el mito que aún se mantiene vigente? ¿Esa supuesta superioridad para nuestra salud? Bien, pues no es del todo equivocado.

Aunque muy posiblemente se trata de una grosa exageración, lo cierto es que las manzanas tienen propiedades especiales. Por ejemplo, investigadores de la Universidad del Estado de Florida descubrieron hace años que su concentración de pectina y polifenoles ayudan a mantener la salud cardiovascular al reducir el colesterol LDL, también llamado “colesterol malo”.

El estudio comparó dos grupos de mujeres, uno que consumió 75 gramos de manzana seca durante un año, y otro que consumió ciruelas pasas. Los cambios fueron manifiestos: las mujeres que comieron manzanas redujeron su “colesterol malo” hasta en un 23%.

Además, la inflamación del cuerpo tendió a desaparecer al reducirse los niveles de hidroperóxido y proteína C reactiva.

Una curiosidad es que el grupo al que fue dictado comer manzana perdió, en promedio, cerca de 1.5 kilogramos. Una de las hipótesis es que la pectina, sustancia anudada a la saciedad, previno ingestas desmedidas.

Es así que entendemos que aunque la manzana está cargada de un fuerte componente mítico, incluso dentro de la ciencia, sí que destaca por sus propiedades favorables para la salud. Incluso se ha demostrado que refuerza al sistema inmune. Un fruto ciertamente peculiar.

Foto de portada: Matheus Cenali en Unsplash